La reunión tenía como objetivo fortalecer la confianza con las comunidades y enfatizar lo complicado del trabajo diario de los uniformados.
En el encuentro con la prensa, Earnest dijo que "la pasada semana fue muy dura para nuestro país". El portavoz manifestó que "el Gobierno quiere asegurar que los derechos de todos los ciudadanos sean protegidos, y a la vez los de los agentes policiales que realizan un trabajo muy peligroso".
Por su parte el presidente Obama, que acortó su viaje a España por la masacre, participará mañana martes junto a la Primera Dama Michelle, el vicepresidente Biden y el expresidente George W. Bush, en el homenaje a los cinco agentes muertos en Dallas.
La tensión es muy notoria por los últimos casos de violencia policial contra los afroamericanos. Este fin de semana fueron detenidos más de 300 personas en las protestas llevadas a cabo en varias ciudades del país.
