El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, uno de los mandatarios que ha generado mayor espectativa puesto que es su última intervención ante la ONU, dijo que "en Siria no es posible conseguir al final una victoria militar". Recalcó que se debe seguir el duro camino de la diplomacia.
El mandatario norteamericano también abogó por "rechazar cualquier forma de fundamentalismo y racismo" al defender la "democracia real" frente a los modelos autoritarios.
Mientras tanto, seis delegaciones latinoamericanas se retiraron este martes de la Asamblea durante la intervención del presidente interino de Brasil, Michel Temer.
Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, Cuba y Nicaragua decidieron dejar la sala donde se lleva a cabo la Asamblea anual del organismo internacional, acción que, pese a la poca difusión que se le ha dado en la prensa, evidencia el rechazo de la comunidad internacional hacia el mandato inconstitucional de Temer, quien llegó a la cabeza del Ejecutivo brasileño tras un golpe de Estado contra la mandataria Dilma Rousseff.
Una de las intervenciones que golpeó fuerte por sus expresiones, fue la de Ban Ki-moon, quien practicamente se despide de la función de secretario General de la ONU, el surcoreano dijo que "los poderosos mecenas que siguen alimentando la máquina de la guerra, tienen las manos manchadas de sangre".
Acusó a los representantes presentes de "ignorar, facilitar, financiar, organizar y llevar a cabo las atrocidades contra los civiles sirios" en el conflicto.
Lo sorprendente en la Asamblea fueron las palabras del presidente francés, Francois Hollande cuando expresó un "basta ya" contundente a la guerra Siria, en una clara alusión a la metida de pata de la UE en el conflicto..
