Hugo Moyano, el sindicalista más poderoso de Argentina, paralizó la ciudad de Buenos Aires con una gran manifestación del gremio de Camioneros, a los que se sumaron los Portuarios, Maritimos, las dos CTA, la CGT, los Profesores y otras organizaciones sociales y políticas como las Madres de Plaza de Mayo.
La convocatoria a esta manifestación fue todo un éxito y tenía por objeto hacerle un llamado al presidente Mauricio Macri, que gobierne para todo el pueblo argentino y no para los ricos, grupo en el que se encuentra el mandatario.
Era una protesta contra los ajustes, la reforma jubilatoria, la inflación, despidos de trabajadores, en fin, Macri empieza sentir la presión del pueblo argentino que necesitaba el respaldo del gremio más poderoso del país.
Moyano colapsó las calles y autopistas de la ciudad con autobuses, camiones y volquetes, y más de 200.000 ciudadanos que expresaron su rechazo al Gobierno de Cambiemos.
Macri trató de restarle méritos a la protesta, pues el sindicalista está acusado de desvío y lavado de dinero del gremio de camioneros y Moyano ha manifestado que la acción judicial es dirigida por Macri.
"Dicen que esta marcha es para defenderme de mis causas judiciales. No estoy implicado en ningún acto de corrupción, pero si fuera así, tengo las suficientes pelotas para defenderme solo. Ya estuve tres veces en cana, dos en la dictadura y una porque me pusieron droga en mi oficina. No me cagué nunca. No tengo miedo de ir preso, o que me maten, estoy dispuesto a dar la vida por los trabajadores si es necesario. Si voy preso, que sea en la celda de al lado del padre de Macri", dijo Moyano.
Recordemos que Franco Macri, el padre del presidente argentino, estaba acusado de una serie de delitos en en el país y su hijo Mauricio Macri era uno de los dirigentes de las empresas Off-Shore en los llamados Paraísos Fiscales donde ambos mantienen cuentas multi millonarias para evadir el pago de impuestos, según los informes de los Panama Papers.
