El movimiento Occupy Wall Street que se ha tomado un parque en el distrito financiero de Manhattan y lo ha convertido en un campamento revolucionario, sigue encontrando apoyo en la ciudadanía estadounidense. Inicialmente no se le otorgó importancia, pero tras un par de semanas, está cobrando impulso, después de que varios centenares de jóvenes denunciaran mediante eslóganes su indignación contra los Banksters o magnates corporativos.
Ahora han salido a las calles varios grupos similares en Chicago, San Francisco, Los Angeles y Washington, para solidararse con los indignados de New York, que se preparan para una larga movilización.
El sábado por la tarde el puente de Brooklyn estuvo cerrado al tráfico por cuatro horas, ante la presencia de miles de ciudadanos que se identificaron como miembros de este movimiento protestando contra la injusticia de la política económica actual del país, y fue retransmitida en directo vía internet. Varios manifestantes fueron detenidos, pero luego se ordenó su liberación.
Las protestas no se las puede considerar similares a las ocurridas en la plaza Tahrir de el Cairo, la capital de Egipto, y todo este movimiento revolucionario en los países árabes, pero lo que si sabemos es que son jóvenes marginados que mediante el uso de redes sociales están logrando también llamar la atención de los estadounidenses y seguramente el mundo ya los está observando.
Las manifestaciones sin duda están en aumento y ganando adeptos importantes como la del cineasta Michael Moore, la actriz Susan Sarandon, el Premio nobel de Economía Joseph Stieglitz, los sindicatos también han empezado a sumarse y todo esto alimentaría el debate a un año de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.