21 feb 2017

Trump dispuso nuevas medidas para la deportación de inmigrantes ilegales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump dispuso este martes nuevas medidas para la deportación de inmigrantes ilegales.  No es un decreto, sino memorandos del Departamento de Seguridad Nacional que cambian la reglamentación de la Ley de Inmigración, no la ley en si misma.

"El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de Estados Unidos", argumentó una de las nuevas directrices firmadas por el secretario John Kelly.

Las nuevas directrices del Gobierno establecen que los oficiales del ICE deben detener y deportar de inmediato a todos los inmigrantes sin documentos que fueron condenados por algún crimen o que son sospechosos de haberlo cometido.

En la administración de Barack Obama, la orden era concentrarse en aquellos inmigrantes sin documentos que fueron condenados por un crimen importante, por amenazas a la seguridad nacional o que hubiesen cruzado ilegalmente la frontera recientemente.

Ahora, según la directiva del nuevo Gobierno, podrán ser detenidos y deportados aquellos que fueron condenados por hurto o por ofensas de tránsito, como cruzar un semáforo en rojo o estacionar en un lugar prohibido.

El Gobierno comenzará a ejecutar un apartado, hasta ahora ignorado, de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite a los oficiales del ICE deportar a México a cualquier inmigrante que sea detenido tras cruzar ilegalmente la frontera sur, aun cuando no sean ciudadanos mexicanos.

Según uno de los memos del Departamento de Seguridad Nacional, el ICE ejecutará este apartado cuando considere que el detenido puede volver a cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos.

Además se ha ordenado la contratación de 15.000 agentes nuevos para controlar las aduanas y las fronteras, especialmente el límite sur con México, ya que como el propio Trump afirmó hace unos días durante la visita oficial del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, los cruces con el territorio del norte no preocupan a La Casa Blanca.