3 oct 2015

Con la madurez valoramos lo esencial en la vida

Navegando por las redes sociales, siempre vamos a encontrarnos con notas muy valiosas y algunas que no valen la pena. Hoy me encontré con una publicación interesante, y quiero compartirla con ustedes en mi página, se refiere a la madurez en el ser humano, que llega en su momento a valorar lo esencial de la vida y, es un poema de el poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño Mario Raúl de Morais Andrade.

De Morais Andrade, fue uno de los miembros fundadores del modernismo brasileño. Perteneció al Grupo de los Cinco, integrado por poetas y escritores brasileños como Menotti Picchia, Oswaldo Andrade, y las pintoras Tarsila do Amaral y Anita Malfatti.

Mario Raul de Morais Andrade, nació en Sao Paulo (Brasil) el 9 de octubre de 1893 y falleció el 25 de febrero de 1945, a causa de un infarto de miocardio a la edad de 52 años.

Poema Golosinas.

"Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchas golosinas en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…