.png)
La noche del viernes el Gobierno de Ecuador violentó las seguridades de la Embajada de México en Quito y arrestó al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, después que el Gobierno mexicano le concediera asilo político. La violación de su embajada condujo a la inmediata reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador a romper las relaciones diplomáticas con el país sudamericano.
La Policía ecuatoriana pasó por sobre los muros de la sede diplomática mexicana para capturar al exvicepresidente Glas, sobre quien pesaba una orden de prisión preventiva por un caso de presunta corrupción en el que está actualmente procesado, después de haber permanecido cerca de cinco años en la cárcel por otras condenas que han sido calificadas una persecución política.
El representante de la Cancillería de Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, manifestó que el accionar del Gobierno ecuatoriano es "totalmente inaceptable", y calificó de "barbarie" la actuación de Ecuador. Canseco denunció ante los periodistas que los policías ecuatorianos irrumpieron en la Embajada y agredieron al personal de guardia de la sede diplomática.
"Como delincuentes allanaron la Embajada de México en Ecuador. Esto no es posible. No puede ser. Es una locura", dijo Canseco y agregó que "podrían matarlo a Glas". El funcionario mexicano destacó que todo esto lo están haciendo porque se trata de un perseguido político.
