El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva continúa en Sao Paulo en la sede de su antiguo Sindicato Metalúrgico, en compañía de sus seguidores y amigos de los que se ha despedido, pues debe cumplir con la orden de prisión por corrupción dispuesta por la Justicia de Brasil.
El juez Aldo Moro, ordenó la prisión para el exmandatario que deberá cumplir 12 años de cárcel, tras haber sido rechazado el recurso de habeas corpus interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de la nación.
La defensa de Lula apeló ante la ONU, pero debía entregarse voluntariamente a las 17:00 horas de este viernes ante las autoridades policiales de la ciudad de Curitiba, la hora ya venció y nadie se ha acercado a arrestarlo, pues todos saben donde se encuentra el expresidente.
Según los principales del Partido de los Trabajadores (PT), Lula ha preferido esperar en Sao Paulo. "Me voy a quedar con mi pueblo, en el símbolo de la resistencia y la lucha de los trabajadores", dijo el ex gobernante.
El pueblo brasileño se mantiene de pie en las calles en apoyo a su líder. Acusado de corrupción y sentenciado sin prueba alguna a 12 años de prisión, tal cual ha ocurrido en Ecuador con el vicepresidente Jorge Glas.
La televisión brasileña informa todo lo que pasa en el país en relación con el tema de encarcelación del expresidente.
De última hora se informa que Lula asistirá este sábado a una misa y posteriormente se entregará a la Policía brasileña.
