15 sept 2015

Presidenta de Brasil afirmó que impedirá todos los intentos de desestabilización en el país


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó recientemente que su Gobierno impedirá todos los intentos de desestabilización en el país y que impedirá el fortalecimiento de movimientos antidemocráticos, y al mismo tiempo convocó al Congreso para tratar el plan de ajustes.

Rousseff se pronunció así luego de recibir hoy a líderes del Congreso, donde hay mayoría opositora, para negociar la aprobación del proyecto sobre el impuesto al cheque.

 "Haremos de todo para impedir que los movimientos no democráticos crezcan y se fortalezcan", dijo Rousseff en declaraciones a periodistas en el Palacio do Planalto, sede del Ejecutivo.

La mandataria recordó que "Brasil a duras penas conquistó una democracia" y volvió a criticar a los grupos de "pesimistas de guardia" que, según ella, son los únicos que "ganan" con la crisis.

Seis partidos de la base que apoya a Rousseff divulgaron hoy un manifiesto en "defensa de la democracia", frente al empeño de la oposición por promover un juicio con miras a la destitución de la presidenta.

El documento fue firmado por legisladores de los partidos de los Trabajadores (PT), del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Comunista do Brasil (PCdoB), Progresista (PP), Social Democrático (PSD) y Republicano del Orden Social (PROS), todos miembros de la coalición gobernante.

"Declaramos nuestro firme y decidido apoyo al mandato legítimo de la presidenta Rousseff, que se extinguirá solamente el 31 de diciembre de 2018", dice el texto.

El presidente del PT, Rui Falcao, integró el grupo que visitó a la mandataria y afirmó que hay sectores que "intentan abreviar el mandato de la presidenta ante lo cual nosotros nos manifestamos en defensa del mandato popular y de la democracia y contra todo tipo de golpismo".

La semana pasada, cuatro partidos de la oposición anunciaron su decisión de articularse para someter a Rousseff a un juicio político. Este grupo sostiene que la jefa de Estado debe responder por los escándalos de corrupción en Petrobras y por maniobras irregulares que el gobierno hizo para maquillar su resultado fiscal de 2014.


En este marco, el gobierno lanzó ayer un nuevo conjunto de medidas de austeridad que fueron criticados por las principales industrias y causaron rechazo en los gremios que representan a los trabajadores del Estado.