El presidente ecuatoriano Lenin Moreno, en un intento de aprovecharse de la Marcha por la Paz como un respaldo a familiares de los periodistas y soldados, asesinados en la frontera colombo-ecuatoriana, resultó recibiendo un rechazo de la ciudadanía, quienes avanzaron hasta la Plaza San Francisco, mientras el mandatario aparecía en el balcón de Carondelet, en la Plaza Grande ante unos cuantos empleados públicos que fueron obligados a asistir a otra convocatoria similar.
Entre lágrimas, cánticos y gritos por la libertad de los dos nuevos ecuatorianos secuestrados por los disidentes de las FARC colombianas, miles de ciudadanos caminaron por el centro histórico de la ciudad de Quito en la Marcha por la Paz convocada por la sociedad civil.
Libertad para Oscar Villacís y Katty Velasco, secuestrados desde el pasado miércoles por Wacho, disidente de los guerrileros colombianos, quienes el pasado mes de marzo secuestraron a tres periodistas que perdieron la vida en un aparente intento de liberación llevado a cabo por soldados ecuatorianos.
Las exigencias son para el Gobierno del presidente Moreno, quien es acusado por los familiares de los periodistas muertos, de no haber realizado todas las gestiones para asegurar la vida de los comunicadores, y que no vuelva a ocurrir lo mismo con Katty y Oscar.
La marcha ha sido muy emotiva, porque las lágrimas de los familiares por las pérdidas de sus seres queridos se mantienen y piden a Moreno la recuperación de sus cuerpos para darles una cristiana sepultura.
"Tenemos que presionar todos, la familia, los amigos y los ciudadanos para que nos devuelvan por lo menos sus cuerpos, y sepultarlos en un lugar donde la familia pueda visitarlos", dijo un ciudadano que acompañaba solidariamente en la marcha.
En la ciudad de Guayaquil, también concurrieron a la marcha cientos de ciudadanos, entre los que se notó la presencia del alcalde Jaime Nebot.
