23 sept 2016

Estadounidenses protestan por tercera noche consecutiva en Charlotte tras la muerte de un afroamericano

Centenares de estadounidenses protestaron este jueves en las calles de una militarizada Charlotte, Carolina del Norte (EE UU), en la tercera noche de manifestaciones raciales pese a que rige un toque de queda decretado después del fallecimiento del hombre herido de bala este miércoles.

Estas protestas fueron menos violentas que las de los dos días anteriores, pese a que la Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a algunos de los manifestantes y que dos agentes fueron atendidos después de que los rociaran con un agente químico.

Soldados y blindados de la Guardia Nacional ocupaban las calles de Charlotte después de que el gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, decretara el estado de emergencia tras dos noches de fuertes disturbios.

Al estado de emergencia se le unió el toque de queda que decretó la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, a partir de la medianoche y hasta las 6 (de 1 a 7 hora argentina) ante la tercera noche de protestas, una medida que "estará en vigor cada día" hasta que concluyan los disturbios.

"Se prohíbe desplazarse por la calle, callejón, carretera o cualquier otra propiedad pública, excepto aquellos que estén buscando asistencia médica, comida o servicio necesario para el bienestar de sí mismos o sus familias", señala la disposición de la alcaldesa.

 Antes de decretar el toque de queda, la alcaldesa supo que el joven herido de bala el miércoles durante los disturbios falleció en el hospital.

Las protestas estallaron el martes después de que un policía matara a tiros al afroamericano Keith Lamont Scott, de 43 años, en el estacionamiento de un edificio mientras esperaba que su hijo regresara del colegio para recogerlo.

La Policía acusó a Scott de ir armado -en un estado en el que llevar una pistola es legal si se tiene permiso- y de suponer una "amenaza de muerte inminente" para los agentes, un relato que familiares y testigos rechazaron.